Casi 10 años después del término de la Gran Recesión, la creciente amenaza de una nueva desaceleración económica plantea una pregunta preocupante: cuando la próxima recesión ataque, ¿qué pueden hacer los bancos centrales del mundo? Con tasas de interés bajas y sus balances aún cargados con activos comprados para enfrentar la crisis de 2008, ¿tienen las herramientas para responder? Esta columna es una de las seis que analizan esa pregunta. Click aquí para ver la noticia completa